Niño interior herido

Esa semana decidí hablarles sobre nuestro niño interior, esa parte que en los primeros años de vida, por no poder comprender situaciones externas, acaba sintiéndose herida, rechazada, agredida, ya sea por los traumas reales que suceden, o por ocasiones aparentemente normales, pero lo cual, para el niño, causa un impacto emocional del que no se da cuenta. Luego, en la edad adulta, inconscientemente reedita en las situaciones del día a día los miedos, el enfado, la tristeza y otros sentimientos que no fue capaz de procesar, incluso en momentos en los que no sería necesaria tanta implicación emocional.

Una constelación familiar ayuda en el proceso de curación de este niño, permitiéndonos rescatar los lados buenos del «niño sano», como la espontaneidad, la alegría, la creatividad, la curiosidad, liberando el adulto para seguir con su vida de manera madura, autorresponsable y sana.

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